martes, 20 de octubre de 2009

Pereza

El otro día veía en la tele el nuevo anuncio de Movistar y, de nuevo, me dio por pensar.

Para los que no lo hayan visto, cuento un poco de qué va: un hombre, presentándose como un editor literario, anuncia que necesitaba un best-seller urgentemente, y llama una y otra vez a su escritor. Este se pasa el día dormido y, claro, entre partido de tenis, llamadas por la mañana,etc... pues el editor se alegra de tener no sé qué fórmula de Movistar que las llamadas le salen económicas (como veis, la promoción no hizo mucha mella en mí, ni me acuerdo del plan de precios). El caso es que el editor al final promociona el libro, satíricamente llamado Despierto, y el pobre debe conformarse con un cartel del escritor, ya que éste sigue dormido.

Independientemente de la verosimilitud de la historia (dudo mucho que sea el editor el que llama al escritor directamente, sin contar con agente u otros intermediarios), me hace gracia que se tome el sector literario para un anuncio de este tipo.

Luego pienso en la pereza del escritor, y me doy cuenta de que muchos escritores consagrados y/o reconocidos caen en la pereza o desidia que refleja el anuncio. El primero que me viene a la cabeza es Thomas Harris, que hace ya años que sacó su Hannibal y seguimos sin saber qué tal le va a su doctor y a Clarice. Y como él, muchos otros escritores, parece que se aposentan y se pueden permitir el lujo de publicar algo cada ciertos años. En esos casos me pregunto si a nivel privado escriben, o si se mantienen inactivos entre libro y libro.

Por suerte también está el otro extremo. Por citar a uno de mis escritores favoritos y que me surte cada año de lectura (si bien ahora está bastante perezoso), tenemos a Stephen King. Recuerdo que hace años leí uno de sus primeros libros escritos con pseudónimo (Richard Bachean). El caso es que en una nota anexa al libro contaba que escribir con pseudónimo era para él una liberación, ya que su editorial era como una mujer estricta que solo le permitía publicar una o dos veces al año, pero que también era una mujer comprensiva que le dejaba flirtear con otras. Por lo cual, sacaba uno o dos libros al año con su nombre y otro par con pseudónimo. En su momento me hizo gracia lo que comentaba, pero hasta que no empiezas a escribir no comprendes la necesidad de escribir que él transmitía de aquella manera.

Y eso que cuatro libros al año no es mucho. Hay escritores que escriben a lo largo cientos o miles de novelas a lo largo de su vida. Y gracias a Internet he conocido gente con una creatividad impresionante.

Por ello me da rabia que muchas de esas mismas personas deban luchar por hacerse un hueco en el mundo literario y que otras personas, por haber escrito algo que en un momento puntual tuvo mucho éxito, puedan dedicarse a vivir de las rentas tumbados a la bartola. Como el del anuncio de Movistar.

3 comentarios:

Sergio G.Ros dijo...

Hola, Jesús. Pues francamente, es una putada eso que cuentas, y además, parece ser verdad. Yo, ahora mismo, ando de una pereza enorme, y fíjate que aún no me he comido un rosco. Estoy depre, pues tras tres revisiones de mi manuscrito debo afrontar una cuarta, y no paso de la página treinta, pues ando ya cansado de tanta vuelta. Aunque detecté una sensible mejora gracias a unas amigas y ahora toca dejar el manuscrito en condiciones. Pero a mí, revisar y revisar, me saca de quicio. Lo que mola es escribir algo nuevo, angustiarse y documentarse. En fin, que no sé si nosotros llegaremos a vivir de las rentas, pero chico, suena de muerte.
Un abrazo.

Lola Mariné dijo...

¿Cuatro libros al año? ¡Qué barbaridad!
A mi tambien me ha llamado la atención el anuncio, aunque dudo mucho que ningun editor (ni agente) anden persiguiendo a un escritor para que escriba.

JUAN PAN GARCÍA dijo...

Pues yo desconfío ante esos autores que logran crear tantas obras al año y que encima tengan tanto éxito.
Me viene a la mente "La cruz de San Andrés".
Y es que, aunque no soy racista, hay mucho "negro" suelto.
Te recomiendo leer "Soy un escritor frustado". Un abrazo