viernes, 19 de marzo de 2010

Nos vamos a Esparta

Hoy vengo a hablaros del primer libro de Teo Palacios, escritor al que ya he aludido en varias ocasiones y al que muchos de vosotros conocéis. Señoras y señores, con todos ustedes, mi comentario sobre Hijos de Heracles

Allí me encontraba, en la Casa del Libro, y la primera sorpresa que
me llevé fue al encontrarlo, en un lugar no muy visible (todo hay
que decirlo), y ver que estaba plastificado. Ya nos lo había
adelantado Teo en su blog, pero verlo con tus propios ojos da
sensación de calidad a la edición, sensación acrecentada cuando
abres el envoltorio y tocas las tapas, con una textura diferente a
la habitual, ligeramente granulada. Hay que felicitar a los señores
de Edhasa, han sacado adelante una muy buena edición.

Antes de comenzar con el comentario debo advertir dos cosas, la
primera de ellas es que no me gusta la literatura histórica, y la
segunda es que mi conocimiento sobre los espartanos era
prácticamente nulo.

Una vez abierto el libro normalmente me gusta leer los comentarios
del autor, si los hay. Me ayuda a hacerme una idea sobre la persona
que ha creado la historia que voy a leer. En este caso, Teo me
sorprendió gratamente. Me explico: el libro entra en el campo de la
narrativa histórica, y me parece muy valiente decir en las primeras
páginas que la trama está basada en una hipótesis no por todos los
historiadores dada por cierta. Aquí Teo muestra sus cartas, no se
esconde y me parece muy loable este acto por parte del autor, y muy
en consonancia con lo que de él conozco.

A continuación encontré una lista de nombres de los principales
personajes y me sobrevino un ligero vértigo. Demasiados nombres,
difícil que pudiese asociar todos durante la trama y de seguro
volvería a estas primeras páginas para saber quién es quién.

Y entonces comencé a leer. Y me lo he leído en apenas tres
sentadas. La trama engancha, absorbe te ofrece el equilibrio justo
entre acción, trasfondo histórico y relaciones entre los personajes.
Al principio sí que es cierto que me costó entrar en la historia,
demasiados nombres, demasiados datos históricos y demasiadas
explicaciones sobre una sociedad que para nada conocía. Pero claro,
como ya he dicho mi conocimiento era nulo y en parte esperaba esta
sensación. Por lo demás, y teniendo en cuenta el rigor a la hora de
documentarse, me quedo con la sensación de conocer la cultura
espartana, es decir, el trasfondo me parece verosímil y me deja un
poso de conocimiento.

Otro detalle original fue encontrarme el cambio de persona a la hora
de encarar los capítulos dedicados a Anaxándridas y a su hermano
Arquidamo. Si en el caso del primero nos encontramos con la familiar
tercera persona a la hora de relatarnos sus vivencias y los rigores
vividos, en el caso del segundo nos encontramos con una primera
persona, más íntima y que implica emocionalmente mucho más con el
personaje (hasta el punto de lamentar que no tenga más protagonismo
en la trama principal, soy más afín a esta forma de escribir
por la empatía que consigo con el personaje, y me habría gustado
verlo más desarrollado durante la novela). este hecho de conjugar
ambas formas de narración añade frescura a una trama ya de por sí
ágil.

Hay un punto negativo, sin embargo, y que quiero compartir con
vosotros. El libro se me ha hecho corto, y en su tramo final pienso
que hubiera podido desarrollarse un poco la trama, mi impresión
personal fue que pasaban varios años de golpe y me habría gustado
saber un poco más sobre esos años. Pero es una opinión personal y
estoy seguro de que Teo tendrá sus motivos para haberlo hecho de esa
manera.

Así que, ¿qué más os puedo decir? Una buena novela, con una gran
trama, ágil en los momentos que se requiere pero pausada a la hora de retratar a los personajes y sus pensamientos e inquietudes, facilitando su comprensión. Además, posee un minucioso rigor científico, y encima escrita por alguien
cercano y con el que poder compartir tus impresiones (de hecho yo tenía un par de consultas que no he comentado aquí por no destripar el argumento, por lo que escribí a Teo un e mail y me contestó al día siguiente con su punto de vista, cosa que nunca antes había vivido).

Ahora, a terminar El Nombre del Viento.

3 comentarios:

Lola Mariné dijo...

Creo que una de las mejores cosas que se puede decir de un libro es que se ha hecho corto, aparte, claro está, de la calidad, que se le supone, indudable en el caso de Teo.
Disfruta del finde.

Sergio G.Ros dijo...

Un buen comentario, Jesús. Y estoy con Lola: si se te ha hecho corto es que te ha enganchado, lo cual es muy bueno, una excelente señal.
Buena reseña.
Saludos.

Teo Palacios dijo...

Y yo encantado de poder comentar contigo esas cosillas, Jesús. Por cierto, que no me has dicho qué te parecen las razones que te indico para explicarte el por qué de esas cosas... ya me dirás.

Un placer que te gustara tanto el libro. Y más que honrado del espacio que le dedicas en tu blog.

Un abrazo