viernes, 22 de mayo de 2009

Siete letras que cambiaron mi mundo

En espera de respuesta a los primeros envíos del manuscrito, y enfrascado en las intrigas del Tejedor de Historias hago un hueco para echar un vistazo hacia atrás y ver el camino recorrido.
Las siete letras a las que me refiero forman la palabra Internet, y quiero dedicar esta entrada a la forma en que esta herramienta ha influido en ese camino al que en el párrafo anterior me refería.
Hace poco más de seis meses era uno de los muchos que se veían desalentados, que no sabían por donde seguir y que encima había caído en las redes de la coedición, sintiéndose estafado y perdido. Y entonces una tarde me senté ante el oráculo llamado Google y llegué por azar a un blog. Vuelvo a nombrarte, Teo, en mi blog, pero es que en verdad fuiste el primer referente que tuve (si no cuento el tímido intento de yoescribo.
Luego llegué a Prosófagos, donde leí bastante, aprendí más y conocí a mucha gente, paso primordial para acceder a esos pedazos de su alma y su vida que son sus blogs.
He recibido buenos consejos, he mejorado mis muy mejorables escritos, y he recibido ideas, proyectos, y en general muy buenos momentos. Gracias a los conocimientos recibidos y a la experiencia adquirida creo que ahora tengo posibilidades (reales) de por fin poder bregar con agentes, editoriales,... y algún día verme en la estantería de una librería como dios manda.
Si me paro a pensar, algunos de los que pasáis por aquí habéis llegado por Prosófagos, otros quizás por azar y me temo que solo una de las personas procede de mi vida "física".
Y eso me da que pensar en la potencia del mundo virtual en todos sus aspectos, la cantidad de información que corre a nuestro alrededor, las tremendas posibilidades que la herramienta ha traído a nuestras vidas, la inmensa cantidad de folios que ahorramos gracias al e-mail y el consecuente salvamento de árboles (ahí sí que nosotros los escritores tenemos un poquitín de culpa, je,je). Algo tan simple como poder ver a tus padres por la pantalla del ordenador cuando en realidad se encuentran a setecientos kilómetros. Y miles de detalles más.
Si hay un invento que ha revolucionado nuestra existencia, pienso que es la red de redes (bueno, en el ranking de inventos de la humanidad lucha por el primer puesto con la rueda), y eso que como quien dice aún es un bebé. ¿Os imagináis qué podremos hacer dentro de veinte años?
Y no quiero despedirme por hoy sin daros las gracias a todos vosotros por pasar por aquí y dedicar un poco de tiempo a lo que escribo. Y a aquellos a los que sigo, sea por foros, blogs,... gracias también por lo que allí he aprendido y leo cada día.
Un abrazo enorme para todos.

Jesús

8 comentarios:

Victoria Vilchez dijo...

Buenas Jesús, pues yo soy una de esas que llega a través de Prosófagos... y supongo que ahora estoy como estabas tú hace seis meses.

Iré siguiendo tus andanzas y espero que llegues a publicar esa primera novela.


Saludos,
MaiV.

Teo Palacios dijo...

Emocionado estoy, Jesús... muchas gracias. Y ya sabes dónde encontrarme si necesitas algo.

Jesús F. Alonso Asensio dijo...

Hola MaiV,
bienvenida entonces, un placer tenerte aquí. Verás como tanto Prosófagos como los blogs de la gente que por allí está te resultan de mucha ayuda.
Nos vemos, entonces, un saludo.

Jesús F. Alonso Asensio dijo...

Hola Teo,
al contrario, gracias a ti por lo que he dicho. A ver si para Septiembre me puedo coger unos días y me bajo por el Encuentro de Dos Hermanas que mencionas en tu blog.
Un saludo, Teo.

Cristina Puig dijo...

Hola Jesús,

A ver si vemos pronto publicada esa novela que me muero de ganas de poderla leer. Estoy segura que en poco tiempo podremos tenerla entre las manos.
Saludos my friend!
Cris

Carlos Moeckel dijo...

Hola Jesús. Yo creo que internet para nuestra generación, y para las que vienen detrás apretando, probablemente haya sido el invento más importante y eficaz con el que contamos.
Personalmente, destaco la cantidad de información y documentación que de la red se puede obtener. Y es precisamente ahora cuando imagino que sería de nosostros veinte años atrás, dejándonos las pestañas en la bilioteca intentando obtener la información que, en ocasiones, nos es tan necesaria para desarrollar un texto.
Ni que decir tiene, por supuesto, que otra de las ventajas consiste en poder comunicarse con personas de todo el mundo, sin importar las distancias que las separen.
Sin duda, la red ha cambiado radicalmente el mundo.

Jesús F. Alonso Asensio dijo...

Hola Cris,
pues a ver, a ver, de momento estoy esperando respuesta de agentes y mientras tanto sigo con esta nueva novela, aunque no avanzo tanto como quisiera (muchas horas de trabajo, sniff...) A ver si en breve subo por aquí o en mi página web algún capítulo.
Un saludo.

Jesús F. Alonso Asensio dijo...

Buenos días, Carlos,
en efecto lo que comentas sobre la información es verdad. Como ejemplo contarte que en mi primera novela, Neogen, uno de los capítulos transcurre en la ciudad de Uxmal, en México. Fue gracias a la red que encontré gran cantidad de fotos, datos y leyendas, con lo cual me quedó un capítulo (a mi entender) bastante completo.
El problema que puede haber es que hay mucha información, en efecto, y no toda es verdadera, hay que contraponer muchas veces lo dicho en varias páginas para saber a cuál debes hacer caso.
Pero no obstante las ventajas siguen siendo superiores.
Un saludo.