Mientras poco a poco voy retomando las riendas de este caballo desbocado en que se ha convertido mi vida, y acostumbrándome a dormir un máximo de tres o cuatro horas seguidas por la noche, me voy familiarizando con ese extrañito que ha llegado a nuestras vidas.
Pensaba que cuando llegase este momento, con tanto cambio en mi vida, tal vez mi afición pasaría temporalmente a un segundo plano, y de hecho los últimos días antes del parto escribí de manera casi desaforada, no sabía cuándo volvería a ponerme frente al portátil sin tener que cambiar un pañal o ir al pediatra.
El caso es que no ha sido así, tanto mi pareja como yo nos desempeñamos bastante bien y, si bien es cierto que los primeros días las minúsculas vocecillas de mis personajes me pedían un poco de atención, en particular Gustav estaba a punto de cogerse un berrinche porque había dejado un capítulo suyo a medias (cosas que suceden cuando tu novia te dice desde el baño: cariño, creo que he roto aguas), ahora vuelvo a ratos a su mundo y les dejo contentos. No es que unas prioridades hayan desplazado a otras, simplemente han encontrado el modo de convivir todas ellas y de no interferir.
Resumiendo, creo que ahora mismo soy muy feliz (aunque mi gato no tanto, dejó de ser el pequeñajo de la casa).
Por último,quiero agradecer las muestras de cariño de quienes me habéis escrito o llamado, y siento no haber contestado a quienes comentasteis en mi anterior entrada, pero de verdad que os agradezco mucho vuestras palabras de cariño, gracias, de verdad.
7 comentarios:
Una entrada muy simpática, Jesús.
Imagino la felicidad que os embarga con la llegada del dueño de la casa y de vuestras vidas,y aunque os dé momentos de preocupación y mucho trabajo, que os lo dará, es el mejor regalo que se puede dar a una pareja de enamorados.
Estoy seguro que hasta tus personajes están encantados cuidando al bebé.
¡Pobre gato que se siente desplazado! Mi perro se muestra terriblemente celoso cuando viene mi nieta y no le prestamos atencíon a él.
Un abrazo
Ja,ja.. pues te apañas mejor que yo, amigo, a mí no me queda apenas tiempo para nada!!! Un abrazo para todos vosotros!
Hola Juan, ¡ahora le ha dado al pequeñajo por no dormir por las noches! así que ando como un zombie por todos lados, arrastrando los pies en el trabajo, pero bueno, a la larga todo es bonito (o eso dicen, je, je).
Un abrazo.
Uff...Sergio, no sé si es verdad eso de tener tiempo, ¡si hacía una semana que no pasaba por aquí, y como ves, solo para responder! En fin, que ya andaremos menos liados, compañero.
Un abrazo.
Jesús, en la vida hay momentos para todo, ahora la prioridad es el peque, ¡y disfrutalo porque crecen muy deprisa!
Cuando te hayas hecho un poco al nuevo ritmo de vida encontrarás tu momento paraa escribir.
Besos
Hola Jesús, acabo de leerlo. Hace tiempo q no pasaba por aqui. Enhorabuena!!! me alegra mucho que lo estés disfrutando. Al principio no dejan ni dormir pero poco a poco encontrarás un hueco más amplio para la escritura, son fases. Un abrazo enorme,
Cristina
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