viernes, 29 de enero de 2010

Calma chicha

Esta semana está pasando leeeenta y sin contratiempos (es que la semana pasada pinché una rueda y uno ya no está para estos sustos), así que aprovecho la entrada para anunciar varias cosas.

La primera de ellas es que el sábado 6 de febrero está organizado un nuevo encuentro literario en Barcelona (bueno, en concreto en Badalona). La última vez nos juntamos siete personas y es previsible que esta vez el número aumente. Por supuesto contamos con todos los que queráis venir, comenzaremos a las 17:00 horas y charlaremos sobre el e-book y las nuevas tecnologías, estableciendo un pequeño debate. Además también habrá tiempo de leer, el que lo desee, algún relato o cuento corto, un fragmento de su manuscrito,…
En fin, solo me puedo basar en mi experiencia en los dos anteriores encuentros y os aseguro que lo pasamos muy bien, aprovechamos el tiempo contándonos peripecias varias, aprendimos de las experiencias de los compañeros y, en definitiva, el tiempo pasó volando y lamentamos no disponer de más. Así que lo dicho, estáis todos invitados. La dirección es:
- ARSIS
C/ General Weyler, 257
Badalona

El centro se encuentra entre las estaciones de Gorg y de Pep Ventura, así que ambas sirven. Por tanto os esperamos, ¿eh? ¡No faltéis!

El segundo tema que quería comentaros es que de nuevo comienza el Taller de escritura Creativa al que estuve apuntado, si bien con nuevo temario. Las clases serán los sábados, 2 horas 6 sesiones. El problema, claro, es que es en Caldes de Montbui, a 20 kilómetros de Barcelona. Pero si os pilla cerca me remito al tema del encuentro literario, es interesante y de tener posibilidad de asistir os lo recomendaría.

Por último, pero no ello menos importante (para nada, de hecho), ya tenemos en las librerías el primer libro de Teo Palacios: HIJOS DE HERACLES. Trescientas veinte páginas repletas de historia, intrigas y batallas a las que estoy deseando echar el diente. Mañana, que voy a Barcelona, tengo cita obligada con la FNAC.
Teo es una maravillosa persona, y para los que no le conozcáis es el autor del blog Fantástica Literatura, al que podéis acceder desde la derecha de estas líneas. Quiero resaltar de Teo y poner de manifiesto su humildad como persona y su generosidad a la hora de compartir sus conocimientos para ayudar a los demás. Si hace algo más de un año yo no hubiese dado por casualidad con su blog seguramente ahora no me encontraría aquí contándoos estas cosas.
Teo: FELICIDADES, disfruta del nacimiento del niño y de su (seguro) crecimiento, que te lo mereces (y por cierto a ver cuándo vienes por estas tierras, que me tendrás que firmar mi ejemplar, ¿eh?)

sábado, 23 de enero de 2010

Retomando la actividad

Después del parón navideño y de un par de semanas que me he tomado de respiro ha llegado el momento de retomar el camino y he comenzado la segunda etapa de Nigromantia el lunes pasado.
Por un lado me estoy dedicando a escribir el segundo tomo de la trilogía, y por otro he comenzado la corrección del primero (con un título provisional de La Esfera Carmesí). Y es curioso, pero estoy consiguiendo de momento mantener esas dos tareas alejadas entre sí. El principal miedo que tenía cuando me planteé qué escribir a continuación fue que tramas, personajes y desarrollo de una de las partes influyese en la otra, y cuando he comenzado con la corrección me he dado cuenta de que tiene su propia vida y personalidad. Ayuda el hecho de que los argumentos transcurren por senderos diferentes, pero he de confesar que es un alivio.
Porque uno de los problemas que siempre he tenido es la corrección. Me cuesta reescribir una y otra vez, en parte porque tengo la impresión de que por muchas veces que lea un texto siempre me va a parecer que hay que cambiar algo, por lo que llega un punto en que me planteo no tocar más ese texto en cuestión, no quedándome tampoco satisfecho con esta solución.
Es evidente que he pulido mucho mis manuscritos, de vez en cuando cojo Neogen en su primera versión y me sonrojo de los errores garrafales que cometía, nombres cambiados y capítulos que por suerte tiempo después eliminé. Pero me supuso un enorme esfuerzo llegar a conseguir todo ello, y aún a día de hoy hay veces que me planteo echarle un nuevo vistazo.
Creo que esta vez sin embargo será más fácil. Neogen lo escribí durante cerca de cuatro años y espaciar tanto tiempo la escritura conlleva una lógica variación en cuanto a estilo, léxico e incluso madurez, y uno de los retos a los que me enfrenté con su corrección fue conseguir un estilo homogéneo, desechar expresiones que ya no utilizaba y conseguir que no se notase la diferencia entre los primeros y los últimos capítulos. Sin embargo, escribir La Esfera Carmesí me ha tomado apenas seis meses, por tanto ahora no me encuentro con ese problema, algo es algo.
Lo que me está sucediendo es algo muy curioso y que no creí que pudiera pasarme. Ya os conté que mientras escribía La Esfera Carmesí la experiencia me resultó muy diferente a la de los anteriores manuscritos, y pienso que ahora veo el resultado. El lenguaje es fluido, y a pesar de la celeridad con que rematé el proyecto no percibo la necesidad que tenía durante la escritura de mis dos anteriores trabajos (ya os conté que en aquellos años podía escribir de manera desaforada durante unas semanas y después no tocar el manuscrito en meses). Me siento, fijaos lo que os digo, casi más a gusto con este manuscrito y su corrección que con la escritura de Ka-Tel, que llegó a ser una carga en los últimos capítulos por todo lo que conllevaba aquel manuscrito.
Claro que llevo solo cinco capítulos corregidos, pero tengo pocas palabras o frases marcadas en rojo, y eso debe significar algo, ¿no?
Aunque me temo que cuando llegue al último tercio del manuscrito me encontraré con dificultades, claro está. Es la parte que me tiene menos convencido y ya sé que reescribiré por completo como mínimo un par de capítulos. Pero ya veremos cómo cruzar ese precipicio cuando lleguemos a él.
De momento, travesía lenta y calmada, con nubes en el horizonte pero que de momento se hallan lejos. Y que dure.

viernes, 15 de enero de 2010

¿Quién vigila a los vigilantes?

En esta época, en que la psicosis por la seguridad hace que nos saltemos las libertades personales y los rayos X invaden tu intimidad, he recordado una antigua serie de comics y la he releído en estos días.
El comic-novel gráfica-obra maestra en cuestión es Watchmen, guionizado por Alan Moore (también guionista de V de Vendetta o From Hell) y dibujado por Dave Gibbons.
La frase que da nombre a esta entrada es uno de los pilares sobre la que se asienta esta serie de doce números recopilados ahora en un inmenso tomo.
La acción nos sitúa en los años 80 de una realidad alternativa en la que los Estados Unidos ganó la guerra de Vietnam y Nixon está próximo a ser reelegido presidente. En esa realidad existen unos justicieros enmascarados que nada tienen que ver con Superman, los X Men y otros superhéroes. Básicamente la serie es una reconstrucción del mito de los superhéroes, desmitificándoles y haciéndoles parecer ruines en ocasiones.
Pero eso es solo una de las láminas de la cebolla. El mérito de la obra lo tiene casi por completo el guión, que con sutiles palabras nos explica el pasado de los personajes y va abriendo diversas sub-tramas que enriquecen el universo, capas que se superponen unas sobre otras, como por ejemplo la historia sobre piratas que lee un chico al lado de un puesto de periódicos, en ocasiones tenemos en una viñeta una escena pero queda silenciada puesto que en el bocadillo de la viñeta aparece escrito lo que el chaval va leyendo, mareando a veces pero dejándote gratas sorpresas muy a menudo.
No os voy a contar mucho, no os voy a hablar del doctor Manhattan o de la Guerra Fría latente durante toda la historia, que hace que el reloj del holocausto nuclear camine inexorable hacia la hora fatal, motor de los acontecimientos que llevan al final de la obra.
Y no lo voy a hacer porque en su día quien me recomendó esta obra me dijo lo mismo que os voy a decir ahora mismo: descubridla por vosotros mismos, leer y releer sus páginas buscando las diminutas claves de las que está plagado el texto para comprender la riqueza y la perfección de la obra.
Si no os llaman la atención los comic o no podéis haceros con él, siempre queda la opción de ver la película, que salió el año pasado. Aunque es un poco más violenta en algunos puntos que su versión en papel, está muy trabajada y bien llevada a cabo, tal y como su director, Zack Snyder, hizo hace un par de años con 300. Y, eso sí, no os perdáis ni un segundo de los créditos iniciales de la película, ¡qué forma de contar tanto en tan poco tiempo!
Y si podéis, claro, leer el comic y ver la peli, je, je.

miércoles, 6 de enero de 2010

Adiós, 2009, adiós

Entrada dedicada a la retrospectiva, por ser la primera del nuevo año.
En Marzo de 2009 abrí este blog. Por aquel entonces sabía poco (muy poco) de este mundillo. Había terminado hacía poco mi segunda novela y me sentía desanimado por los rechazos que recibía de editoriales una y otra vez. Por supuesto las palabras “agente literario” me sonaban a ciencia ficción. Ahora miro para atrás y me río.
En menos de un año he cumplido muchos de los proyectos que tenía. Algunos ya los conocéis, como escribir mi tercera novela en un período record (al menos para mí, las dos novelas anteriores me tomaron años, y ésta en seis mesecitos está lista para ser corregida), o apuntarme a un taller de escritura.
Otros proyecto cumplido ha sido conocer gente con intereses afines y poder reunirme con ellos de vez en cuando. Esto lo he conseguido gracias a las famosas “kedadas” en Barcelona, en Febrero será la tercera y ya en la última nos reunimos un grupo majo. Aprovecho para invitaros a la próxima, si os pilla por la zona, ya informaré de día y hora exactos. Y un saludo, compañeros, que sé que andáis por aquí.
En fin, un año fructífero, pienso. Es cierto que no he conseguido contrato con ningún agente, ni estaré en las librerías en un futuro próximo, pero de hecho ese tema lo tengo aparcado. no quiere decir que no me apetezca hacerlo, pero después de haber estado como loco buscando agente y editorial, por primera vez en meses siento que quiero disfrutar simplemente de escribir la segunda parte de la trilogía de Nigromantia y de corregir la primera.
Quiero agradeceros por último lo mucho que he aprendido de vosotros y de vuestros comentarios y blogs e invitaros a que nos adentremos juntos en este año 2010, el año del e-book, como ya dicen algunos. a ver en qué se convierte todo esto.