Hoy me he levantado dando un salto mortal (Hombres G dixit) y he decidido que en vez de ir a mi hotel me marchaba al Programa de Ana Rosa. Allí me he sentado en su mullido sillón y he comenzado a hablar de gente de la que no tenía ni idea pero de la que me he inventado unas cuantas cosas que dan vidilla a esta televisión que sufrimos. Tanto les ha gustado que hasta me han invitado al Sálvame de por la tarde, pero he tenido que negarme porque me esperaban en la obra. Cuando he llegado he diseñado los planos de un edificio, pero teniendo en cuenta que soy de letras y que no me acuerdo ni de cómo hacer una ecuación, pues sé que se va a caer a los dos días de haberlo construido, si llega. Pero no me importa, porque ya habré cobrado el diseño.
Después de tan arduo trabajo he dudado entre ir al hospital a operar de apendicitis a un paciente (ahora, con la seguridad social actual, más paciente que nunca), o irme al partido del Real Madrid contra el Barça. Me apetecía moverme un poco, así que me he plantado en el Camp Nou, he entrado en el vestuario, me he puesto la camiseta azulgrana y he salido al césped. Ni me he acercado a Iker Casillas (por cierto iba a mi instituto, pero esa es otra historia que ya os contaré otro día, la famosa hornada que salió de Móstoles), y de hecho prácticamente no he tocado pelota, pero he pegado una patada a CR) y aunque me han sacado una tarjeta roja me he quedado muy relajado. Y lo más gracioso es que la gente, a lo largo de todo el día, me ha aplaudido, me ha vitoreado y ha gritado mi nombre.
No todos servimos para todo, señores, los hay que comentan, que operan, que diseñan, y que juegan al fútbol. Y también los hay que escriben.
Por eso mismo me molesta ver que grandes hermanitos, tertulianos de poca monta y futbolistas más preocupados por cremas y fiestas que por jugar, se dediquen a escribir (o eso dicen, que algún negro debe haber por ahí, ¿verdad, Ana Rosa?).
Y me molesta más que haya gente que haga colas para sacarse una foto y que les firmen el libro que, se supone, ellos han obrado.
Me molesta, digo, porque desde que llevo en este mundillo he conocido gente y he leído obras que merecen, por su calidad, esa fama, ese contrato con la gran editorial y ese número de ejemplares vendidos que los personajillos que arriba menciono sí que consiguen.
Que el mundo es injusto, lo sabemos. Que el mundo está comenzando a volverse imbécil, eso me estoy dando cuenta en los últimos tiempos.
Ahora os dejo, que tengo carrera de Fórmula 1 en el circuito de Montmeló.
4 comentarios:
He solicitado una pausa en la reunión que tengo en el despacho Oval de la Casa Blanca con Obama y su gabinete de crisis y he salido unos momentos para decirte que entiendo tu frustación ante la realidad social que nos ha tocado vivir.
Cuatro niñatos se prestan a fornicar ante las cámaras de televisión y ya tienen asegurado el empleo como "periodistas" en los programas televisivos de chismorreo, habiendo miles de jóvenes que han estudiado esa carrera se abanican con los títulos sin encontrar trabajo. Y políticos y personajes famosos que escriben lo que sea: si cantan o no en la ducha, o si prefieren masturbarse con la mano izquierda porque es más pogre, etc, mientras que otros que escriben buenas historias se quedan en la cuneta mordiéndose las uñas porque nadie les publica sua obras.
Estoy de acuerdo contigo. Lo asumo. Y voy ahora mismo a exponer el problema ante el gabinete de crisis y pedirle a Obama que dirija sus misiles a los edificios de las editoriales más importantes y les dé a éstas un ultimatun:
O dedican un porcentaje del 50% de ediciones a autores noveles o salen despedidos por el agujero de ozono a los confines del universo.
Pero cuento contigo, ¿eh? No te eches atrás por un estúpido valor moral ni por sentir pena hacia ellos.Que recapaciten y aprovechen la oportunidad que se les brinda o se conviertan en lluvia ácida.
Ánimo, amigo, dos tienen más fuerza. O si no prueba a cortarte uno y verás.Me voy que ya están impacientes por mi tardanza.
Un abrazo.
Ja,ja...Jesús, estoy de acuerdo contigo: quema bastante ver lo mucho que cuesta publicar, y otros, por la jeta, lo hacen sin problemas: ¡pero así es la vida!
Una imaginativa entrada, muy graciosa., Me encantó.
Saludos.
P.D. A ver si te pasa como el amigo yonqui de Torrente y te estrellas en la primera recta, je,je
¡Vaya, Juan, ya sabía yo que me sonabas!yo era el que estaba sentado al fondo a la izquierda, en el gabinete de crisis.
Ja,ja,ja, si seguimos desvariando de esta manera puede quedar una buena novela de ciencia-ficción, ¿no crees?
Un abrazo.
Bueno, Sergio, pues con ánimo y a la espera de que la próxima vez nos toque a nosotros y no al triunfito de turno, ¿no?
Un abrazo, compañero.
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